Just two hundred or so people live permanently in Juvíles, and the only regular traffic we get along our narrow lane is a couple of mules and a small flock of goats passing by on the way to pasture.
Although it’s very quiet for most of the year, Juvíles has three bars - all of which serve tapas and meals - a pharmacy, a bank, a small supermarket, and a new village swimming pool which is open during the summer months. Traders pass through selling fresh bread, fruit and vegetables from their vans. Nothing in the village is more than a five-minute walk away from anything else.
Most people around here work in the fields or in the ham industry (there’s a large secadero, where ham is cured, at the other end of the village from our house). Local crops include cherry tomatoes, almonds and chestnuts, and there are lots of sheep and goats around for cheese production.
The village gets distinctly lively at weekends and during holiday periods, when a lot of people who’ve moved to the cities to work return to their ancestral homes. The main fiesta in August sees the population swell to a couple of thousand for a few days.
There are some interesting sites in and around Juvíles, including the sixteenth-century village church and the remains of a Moorish fortress, although the main attraction is the lovely countryside and its rich flora and fauna. The GR7 walking route passes right through the village, and there are hundreds of excellent day walks around and about. Above the village there’s some more serious climbing and hill-walking country in the Sierra Nevada itself, and depending on the season, you can go horse-riding, mountain-biking or skiing with various local companies, or you can be at the beach in about 45 minutes.
The bigger villages of Trevélez and Bérchules are a few minutes away by car and the town of Cádiar, where you’ll find all main services and a sizeable English-speaking community, is twenty minutes.
No más que dos cientos personas viven constantamente en Juvíles, y la única circulación habitual que tenemos en nuestra callejuela consiste en unos mulos, y un pequeño rebaño de cabras que pasa de vez en cuando en camino hasta el pasto.
Aunque está muy tranquilo durante la mayoría del año, Juvíles tiene tres bares, y cada uno sirve tapas y comidas. Hay también una farmacia, un sucursal bancária, un pequeño super, y una nueva piscina que se abre en los meses de verano. Vendedores pasan a menudo por el pueblo con pan, fruta y verdura. Nada en el pueblo está a más que cinco minutos en pie de nuestra casa.
La mayoría de la gente aquí trabaja en el campo o en la industria jamonera (hay un gran secadero al otro lado de la aldea). El cultivo de la zona incluye tomates, almendras y castañas, y hay ganado, incluso cabras y ovejas.
La aldea se pone mas animada a los fines de semana, y en vacaciones y fiestas, cuando vuelve mucha gente de las ciudades. Durante la fiesta principal en Agosto ven miles de personas de Barcelona y otras ciudades.
Hay unos sitios interesantes en Juvíles y sus alrededores, incluso una iglesia del siglo 16 y los restos de un fuerte moresco. Pero el atráctivo principal es el precioso paisaje y su flora y fauna. La ruta de senderismo de larga distancia G7 pasa por el pueblo, y existen cientos de caminatas de unas horas en la zona. Encima del pueblo hay territorio mas exigente en la Sierra Nevada. Es posible montar en caballo o en bicicleta de montaña (hay empresas que operan rutas y alquileres), y en invierno, las estaciones de esquí no están lejos.
Los pueblos mayores de Trevélez y Bérchules están a unos minutos en coche, y Cádiar – donde hay varias tiendas, bancos, una gasolinera etc. – está a veinte minutos.
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1 comment:
Estoy realizando un blog sobre mi pueblo y la sierra de Cazorla y deseo compartirlo con todos vosotros.
Si no os importa echarle un vistazo y me comentáis.
La dirección es la siguiente:
http://panoramicacazorlense.blogspot.com/
Un saludo.
Abraham
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